Me vienen a la memoria pequeñeces, nimiedades de aquella última vez y me reprocho no haberlas considerado. Y eso que si hay algo que no puede decirse de los actores es que estemos cerrados a la percepción de presagios. Se asegura que somos supersticiosos en demasía , cabuleros incorregibles, y a lo mejor es verdad: la nuestra es una profesión azarosa e inestable; vivimos sometidos a vaivenes –de la suerte o de las personas-, éxitos caprichosos y fracasos aún más antojadizos; dependemos de juicios sin leyes que los respalden que pueden condenarnos o absolvernos por iguales motivos; y nos persigue, implacable, una certeza que –sin embargo- insistimos en contradecir: el olvido.
REUNIÓN DE VILLANOS Autor: Mariel Pardo. Ilustración: Damián Fuentes
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